Una romería de sangre leonesa

La Virgen del Camino volvió a acoger a cientos de pueblos con sus gentes en su día grande. El buen tiempo acompañó en una celebración donde los pendones se alzan al cielo, los carros te transportan al pasado y la música y los bailes regionales ponen el toque final a un día completo.

Familias y amigos, van pasando el legado de estas tradiciones a los más pequeños de cada casa, lo que consiguen que siga siendo todo un éxito de asistencia.

Con orgullo y habilidad, cada pueblo ha sacado a relucir sus pendones y pendonetas. Un espectáculo donde las destrezas y los bailes junto al pendón dejaban a los asistentes impresionados.

La fila de pendones, sus colores y sus banderas dejaron una estampa icónica que cada año se repite y recuerda que la tradición leonesa sigue muy presente en cualquier punto de la provincia.

Fueron medio centenar de carros engalanados los encargados de desprender originalidad y tradición al mismo tiempo. Muchas horas detrás de un trabajo meticuloso que consigue despertar la curiosidad de los leoneses y turistas que se encontraban en la Virgen del Camino.

Y por supuesto, los protagonistas de tirar de cada carro, los mejores bueyes, vacas o caballos de cada zona fueron los encargados de pasear elegantemente por las calles de la localidad.

Un día donde todo acompañó y que será difícil de olvidar para los presentes pero que ya están pensando en el 2024 con ganas e ilusión.

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