Trobajo plantea un viaje a Bruselas para lograr el soterramiento y evitar tener «guetos»

Fue el pasado 9 de abril cuando el secretario de Estado de Transportes visitó Trobajo del Camino para trasladar a los vecinos que la apuesta del Gobierno era realizar una «integración blanda», descartando el soterramiento de las vías. Asegura José Carlos Lozano, portavoz de la plataforma, que los vecinos no quieren «que se pongan unas pantallas para tapar la calle» ni que se hagan «dos túneles para peatones y coches». Porque no están «por la labor» de una propuesta que no sea la acordada hace veinte años.

Según Lozano, el actual planteamiento del Gobierno y cualquier propuesta que no sea soterrar significará «empobrecer el municipio» y crear «guetos y marginación». Se marcan en el horizonte tres objetivos. Primero, reunirse con Nicanor Sen, delegado del Gobierno en Castilla y León. Después, viajar a Madrid y ser recibidos por el ministro Óscar Puente, al que invitan a visitar el municipio del alfoz de León para ver en primera persona la situación. Y, por último, y en caso de que las reuniones no sean fructíferas, viajar a Bruselas y reunirse con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. «Si tienen que venir fondos de Bruselas, que vengan», exige Lozano, tajante al exigir que «si hay dinero para Bilbao y Cataluña, que lo haya también para León y San Andrés».

El pasado martes miembros de la plataforma se reunieron en el Congreso de los Diputados con la presidenta del PP de León y diputada nacional Ester Muñoz, un encuentro en el que se comprometió a presentar una Proposición No de Ley en la Cámara Baja. Recordaba Lozano que el soterramiento cuenta con el visto bueno de las Cortes de Castilla y León, la Diputación provincial que «lo aprobó por unanimidad» así como por el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo.

La plataforma seguirá concentrándose el último viernes de cada mes frente a la Subdelegación a la espera de respuesta y no descartan otras movilizaciones como encadenarse frente a Adif para reformar su postura con el aval de 30.000 firmas para «seguir peleando».