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La 'no integración' ferroviaria en León capital y en el alfoz ha terminado generando un jeroglífico viario impensable para el siglo XXI y un 'pasacalles' inimaginable para los vecinos de la zona oeste de la capital.
El soterramiento urbano en la capital se ha quedado, ... semanas después de su inauguración, en un parche dentro de un proceso de integración hoy sin desarrollar y solventado con recursos del siglo pasado.
León, en plena modernidad para las comunicaciones, apenas cuenta con 590 metros de soterramiento efectivo, inconcluso y con enormes grietas en el mismo. Hoy la zona paseable superior sigue cerrada y a escasos metros, en el barrio de El Crucero, los vecinos ya han creado una plataforma para mostrar su rechazo a una solución viaria que no es tal.
La situación, sin embargo, se agrava a medida que las líneas del tren avanzan hacia San Andrés del Rabanedo. En ese municipio nadie está conforme con una 'no integración' que divide, fragmenta y es impropia del momento actual.
La alcaldesa de la localidad, Camino Cabañas, es la primera que ha remarcado el error del proceso acometido en esa zona del alfoz hasta el punto de instar al Gobierno con urgencia para que recurra a los fondos europeos para solventar el desaguisado. La 'operación', en todo caso, tiene un coste superior a los 80 millones de euros.
Integrar, lo que es integrar, las obras de Adif no integran nada. «Desintegran», en realidad. Lo aseguran los vecinos que se han sumado a una segunda plataforma, ésta en San Andrés del Rabanedo. Allí el hartazgo es mayúsculo porque el efecto integrador de Adif es «una tomadura de pelo».
Los vecinos seguirán teniendo los mismos muros que antes, una pasarela peatonal más grande que la anterior, una carretera sobreelevada que entierra literalmente a un inmueble próximo y una solución temporal en forma de vial alternativo «estrecha» y que se convertirá en un «embudo».
«Si no reaccionamos con determinación a esta bofetada, es que no nos queda dignidad alguna», asegura el promotor de esta segunda plataforma, Matías González.
Adif ha creado dos pasos elevados para peatones (uno ya ejecutado y el otro en obra) impropios de este siglo y ahora espera abrir un vial alternativo al paso elevado de vehículos en la zona de Párroco Pablo Diez.
El vial resultante para vehículos une San Andrés con la capital en el entronque con el hospital San Juan de Dios pero la previsión es que la magnitud de vehículos desviados provoque en la zona un enorme colapso.
Y ahí otro enorme parche urbanístico y vecinal. Adif ha proyectado un paso de carril único y doble dirección para la zona, pero en San Andrés ya se deja ver que el mismo es insuficiente. Por ese motivo el Ayuntamiento se ha puesto 'manos a la obra' y con 770.000 euros de la hucha propia (remanentes) y 300.000 más aportados por la Junta proyecta una ampliación para una obra que ni tan siquiera ha sido entregada.
El resultado final de la integración es aterrador: en la capital los vecinos de El Crucero se echan las manos a la cabeza por los trenes que asoman desde un túnel del que nunca debería haber salido y a unos metros sus convecinos se enfrentan a un jeroglífico que pasa por dos pasos peatonales elevados, una elevación para un paso de vehículos, una nuevo paso elevado de vehículos con dos carriles y a todas luces insuficiente y una obra para ampliar el no inaugurado paso para los coches que se ha quedado viejo antes de entrar en servicio.
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