El crimen de Cembranos: «Si no te declaras culpable te voy a enterrar con las zanahorias»

La juez abre este auto al entender que el acusado principal, 'Guti', es presunto culpable de otros delitos a los inherentes al caso y que serían la obstrucción a la Justicia así como el de amenazas.

En el primer caso la juez se basa en el acoso sufrido por la prostituta de origen paraguayo durante el tiempo que ésta lleva en prisión. En ese tiempo y según su letrado sufrió un hostigamiento con el que se pretendía amedrentarla con el fin de rubricar una autoconfesión como actora principal del suceso.

Igualmente la juez estima un posible delito de amenazas en base a grabaciones realizadas en prisión y en las que se puede escuchar como 'Guti' presiona a su excompañera: «Si no te declaras culpable te voy a enterrar con las zanahorias».

Además se opta por rechazar los posibles delitos añadidos de maltrato habitual, coacciones, detención ilegal y vejación en el ámbito familiar, que ahora serán objeto de recurso procesal.

La situación de acoso derivó el pasado mes de septiembre en el traslado de 'Guti' a la prisión de Topas con el fin de garantizar la seguridad de la mujer imputada en el caso.

El caso, pendiente de juicio en la Audiencia Provincial, se desató el pasado 17 de marzo cuando los sanitarios de Emergencias fueron requeridos para acudir a un incidente sanitario en la localidad leonesa de Cembranos, distante poco más de 14 kilómetros de la capital.

Allí el alertante les requería a través del 112, al filo de las 22:00 horas, en una finca con chalet unifamiliar por una situación de asfixia de una mujer. No había demasiados datos a mayores.

Personados el lugar los sanitarios se encontraron, sin embargo, una situación muy lejos de lo habitual. La mujer -de 20 años y de nacionalidad paraguaya- no ofrecía signos vitales, no había posibilidad real de reanimación, y el entorno dejaba ver un comportamiento violento previo (algunos elementos descolocados en la vivienda, la evidencia de que la mujer había tenido la boca taponada con esparadrapo) y signos de golpes y de un posible estrangulamiento en la fallecida.

La intervención posterior de la Guardia Civil terminó con dos detenidos, un hombre de 55 años, conocido en prisión como 'Guti', y una mujer de apenas 21, prostituta y a la que se suponía una relación sentimental con el varón, a la que los agentes localizaron en el interior de un armario en la propia vivienda.

Todo, según las evidencias, apuntaba a una 'fiesta blanca' de tres personas, el detenido y dos prostitutas, una fallecida y la también detenida quien en la testifical inicial se declaró autora de los hechos.

En esa línea ha advertido que actuó en su declaración movida por el temor a las amenazas proferidas por el detenido, quien le indicó que lo pagaría caro si ella no se «comía el marrón», en palabras textuales durante su declaración desde la prisión de Villahierro.

El caso aún tiene amplias lagunas que tendrán que irse rellenando durante la instrucción realizada por el número 2 de la capital y que podría finalmente recalar en el 4 si se entendiera que el mismo se sustenta en un caso de violencia de género, algo que por el momento no parece concretarse.

El varón detenido, por su parte, ha dado un paso al frente en su representación legal y ahora ha contratado los servicios del reconocido abogado Marcos García-Montes.