Una espicha light en Vegazana

La resaca de ese macrobotellón del pasado mes de marzo traducido en cientos de toneladas de basura obligó a Universidad y Ayuntamiento a tomar cartas en el asunto y a seguir el ejemplo de ciudades como Salamanca y Granada para regular la celebración de las fiestas de las facultades y acabar con el consumo indiscriminado de alcohol en el campus.

Y Veterinaria ha sido la primera prueba piloto. Hasta seis vigilantes de una empresa externa de seguridad han controlado el acceso de los jóvenes a la explanada vallada para la ocasión. Prohibido envases de cristal, latas y los tapones de las botellas, pero ante todo prohibido el acceso a menores.

Ya en el interior, decenas de contendores repartidas por el césped. Porque si en algo han incidido desde la comisión de fiestas es en el control de la basura aunque será a partir de medianoche, al término de la fiesta, cuando arranquen las tareas de limpieza para dejar el campus tal y como lo encontraron.

Clara y Carmen, representantes de la comisión de fiestas de Veterinaria, aseguran que a través de las redes sociales se han incidido en la necesidad de dejar todo limpiar dado que la suciedad generada en las últimas fiestas ha sido el mayor problema. A los estudiantes nos molesta mucho que piensen que somos todos unos cerdos, pero es que realmente es la imagen que a veces damos.

Reconocen que la fiesta empezara antes de las siete de la tarde, sin embargo, recuerdan que es una cuestión de respeto. En el resto de facultades sigue habiendo clases y es algo que debemos de respetar, aseguran estas jóvenes, que recuerdan que han podido suplirlo con un festejo autorizado y controlad en el interior de la propia facultad de Veterinaria.

Un nuevo formato bien asimilado por los universitarios que rechazan la imagen dada en los últimos años, confiando en que se recupere la esencia de las tradicionales espichas de la Universidad de León, las de siempre aquellas en las que los universitarios y la diversión era la protagonista y no las toneladas de basura.