Patxi López: «No me presento contra nadie»

El también expresidente del Congreso ha garantizado que su intención es ir "hasta el final". Entre una parte de los militantes, dirigentes y exdirigentes que en su día apoyaron a Pedro Sánchez, y que esperaban su regreso, se ha instalado en las últimas semanas el temor a que López estuviera dispuesto a actuar como disolvente, que gracias a su predicamento entre los 'sanchistas' pero también la consideración que despierta entre los secretarios generales que apoyan a Susana Díaz buscaría un pacto y que acabaría apoyando una candidatura única de la andaluza tras cortocircuitar al 'sanchismo'. Él ha descartado de manera tajante esa opción. "No vengo para hacer pactos con nadie -ha prometido- vengo para que la militancia decida".

En lo que sí ha hecho hincapié es en que no echará más leña al fuego de la división. "No creo que haya dos partes en el PSOE y desde luego yo nunca voy a jugar a eso. Sé -ha añadido- que hay cargos que tenemos pensamientos diferentes sobre algunas cuestiones y eso es lo que tenemos que exponer sin dramatismo porque cuanto más debate hay, más reforzamos el proyecto". En todo caso, y aunque ha reiterado de manera insistente en que quiere que el PSOE ocupe el espacio de una "izquierda exigente y transformadora", tampoco ha querido definir con claridad qué es lo que le diferenciaría, por ejemplo, de una candidatura de Díaz. Sí ha recordado que él no era partidario de dejar gobernar al PP, pero también ha remarcado que acepta y respeta la decisión que se tomó en el Comité Federal de finales de octubre. "Es -ha dejado claro- mi cultura de partido".

López, que ha llegado solo con su mujer y ha abandonado sólo con ella el local de su presentación, tampoco ha querido entrar en un recuento de apoyos ("es evidente que los tengo", ha dicho). Del mismo modo, ha evitado dar por hecho que su candidatura sea un escalón en la carrera hacia la presidencia del Gobierno o lo contrario. En el PSOE algunos creen que en el futuro, el 'exlehendakari' podría dejar paso a otro aspirante a La Moncloa, en caso de hacerse ahora con el liderazgo del partido. Él se ha limitado a decir que, de momento, está centrado en ser candidato a la secretaría general. "Nada más", ha añadido. "Quien vaya a ser candidato a la presidencia lo van a decidri los simpatizantes".

Díaz tiene «ventaja» numérica

En su entorno admiten que ganar no está fácil porque Susana Díaz parte con la "ventaja" numérica que le da el apoyo de la federación andaluza, la más numerosa del PSOE, y el de los aparatos de las federaciones en las que gobiernan los socialistas. Con todo, a nadie se le escapa que la mayor parte de las federaciones están muy fracturadas y que en el PSC, el único que puede contrarrestar a Andalucía en número de afiliados, la presidenta de la Junta tiene difícil entrada.

Precisamente sobre la relación con los socialistas catalanes se ha pronunciado también López. Ha defendido que la ruptura sería un mensaje pésimo tanto para el partido como para el país. "No se puede entender el PSOE sin el PSC como no se puede entender España sin Cataluña", ha defendido. En esta línea, ha dado por hecho que "nadie está pensando" en que los socialistas catalanes no puedan votar en el congreso federal. "Si fuera así -ha advertido- yo me opondría radicalmente".

Aún es pronto, aún así, para hacer demasiadas cábalas. Queda mucho tiempo para las primarias y aunque ya tiene un mínimo equipo -a su lado están el exsecretario de Organización del PSE, Rodolfo Ares; el exsecretario de Organización del PSOE, Óscar López o el exsecretario general de los socialsitas madrileños, Rafael Simancas (todos ellos antiguos colaboradores de Sánchez pero con una larga trayectoria previa en la formación)- el diseño de su campaña está por realizar. De momento, lo único que sabe Patxi López es que quiere que su primer acto tenga lugar en su pueblo, Portugalete.