Sánchez emplaza a Podemos y Ciudadanos a buscar una «solución»

Pero el líder del PSOE necesitó un intérprete. En las inmediaciones del hemiciclo, su equipo trataba de traducir el mensaje: «No se ha postulado como alternativa, no lo ha hecho». Según el entorno más cercano del secretario general, Sánchez de momento lo único que pretende es «abrir una reflexión» con el resto de partidos, excluyendo en todo caso al PP, para explorar dónde está cada uno. Sobre la posición que ocupan los socialistas, sin embargo, sólo se sabe que no quieren un Gobierno de Rajoy.

«Vamos paso a paso», insistían las mismas voces, prudentes sobre las condiciones que podría poner sobre la mesa Podemos y escépticas acerca de la voluntad de Albert Rivera de abandonar el pacto con el PP para adentrarse en una nueva aventura. De ahí que la reunión de dirección de Ciudadanos del próximo lunes sea una de las citas de la semana, una vez que el dirigente liberal ya ha avanzado que los suyos no se sumarán a más intentos de investidura frustrados. Bastante han tenido con los de Sánchez y Rajoy.

El guión previsto

La posibilidad de que el líder del PSOE sondeara una alternativa de izquierdas es algo que las voces críticas del partido sospechaban en los últimos días. En el sector que apuesta por permitir la formación del Gobierno y ejercer la jefatura de la oposición, hay quien intuye que Sánchez tratará de ganar tiempo para contener el debate interno, frenar movimientos orgánicos en su contra y contar con un argumento con el que desprenderse de la supuesta culpabilidad de unas terceras elecciones.

Por momentos, en la sesión de este viernes pareció incluso que el líder del PSOE engarzaba con el nuevo planteamiento de Felipe González. El expresidente del Gobierno acababa de barajar en una entrevista en una radio colombiana la opción de que el PP aparte a Rajoy y ofrezca otro nombre. «El partido más votado presenta un candidato que es el más vetado», había reprochado González. En la misma línea, Sánchez aconsejó al representante de los populares extraer alguna conclusión de «su derrota». Pero ese es un escenario que pocos en el PSOE, y nadie en el PP, contemplan.