El abogado de Torres: «No se hacía nada que no tuviera la bendición de la Casa Real»

El letrado de Torres ha defendido que era imposible que su cliente fuera consciente de estar cometiendo delito alguno porque todo pasaba por el filtro de Zarzuela. No podía haber atisbo de irregularidad porque la más alta institución de este país estaba al caso de todo, ha insistido.

Peeters ha pedido la absolución de sus clientes, Diego Torres y su mujer, acusando a los acusadores de haber basado todo el proceso del caso Nóos en vanas y vacuas, por no decir disparatadas soflamas. Ataques. Eso sí, desde el mayor respeto, en palabras del heterodoxo letrado.

González Peeters ha puesto en su punto de mira al fiscal Pedro Horrach, al que ha afeado que se haya dedicado a hacer un espectáculo para la distracción del vecindario, sin lograr nunca enervar la presunción de inocencia de sus clientes. Ha habido un defectuosísimo cumplimiento de la carga de la prueba, ha insistido el defensor, que ha reiterado que la Fiscalía, pero también Manos Limpias, han mantenido unas altas penas de cárcel (una petición fiscal de 16,5 años para Torres) que solo se sostiene en un porque sí y gracias a testigos y peritos que son paladines del virtuosismo falsario.

Además, el abogado ha denunciado el agravio comparativo de que se hayan sentado en el banquillo sus clientes cuando varios de los responsables políticos que firmaron los convenios con Nóos (ha citado expresamente a Esteban González Pons) no hayan sido invitados a este procedimiento como imputados. Es insostenible, ha clamado.

Más madera. Da igual lo que suceda. Da lo mismo que nada se haya probado. Se han quedado sin nada. Se han consumido en sí mismos. Todas las tesis sostenidas se han ido al garete, ha atacado de nuevo a las acusaciones. No hay nada probado, ha detallado, muy alterado, el letrado, antes de acusar a Fiscalía, Abogacía y Manos Limpias de no leerse ni el sumario.

¿Me quiere decir alguien de que hemos estado hablando durante las cinco meses? se ha preguntado con sorna, dando a entender que en ningún momento han puesto a sus clientes contra las cuerdas porque las acusaciones solo han esgrimido tesis de párvulos y lo han hecho muchas veces de forma abyecta.

Toda esta causa está afectada de nulidad porque se ha vulnerado el derecho a la tutela judicial efectiva de mis patrocinados, ha llegado a sostener Manuel González-Peeters, denunciando que se usaron documentos viciados desde el inicio del proceso.