Rivera advierte a Rajoy de que no debe equivocarse de enemigo

No ha querido, por tanto, adelantarse a los resultados de las urnas y ha evitado de esta forma hablar de un acuerdo con el PP si diera la aritmética, pero sí ha arremetido contra la estrategia del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, de convertir a Ciudadanos "en enemigo" y lanzar contra ellos una campaña "sin piedad". "Ojalá Rajoy no hubiera tenido piedad con la corrupción, la precariedad laboral y la amnistía fiscal. Nosotros pretendemos no tener piedad contra todo eso", ha recalcado.

En este sentido, ha recordado al vicesecretario de Organización Fernando Martínez Maillo, que hoy ha tachado a C's de ser un partido de centro izquierda, que el PP gobierna con ellos en cuatro comunidades y quince provincias. "Criminalizar la firma de acuerdos cuando España pide como un clamor que lleguemos a ellos tiene muy poco sentido", ha señalado Rivera, convencido de que será "palanca de cambio" tras las elecciones.

Una alianza de izquierdas

Ha echado en cara al PP sus "tácticas de supervivencia" y que ponga sus intereses y sus "sillas" por encima del interés general, aunque ha insistido en que Ciudadanos se sentará a negociar con los partidos constitucionalistas -PP y PSOE- para intentar formar Gobierno.

Otra cosa es que el PSOE de prioridad a una alianza de izquierdas, como ha asegurado la "número uno" por la lista de Barcelona, Meritxell Batet, una idea que Rivera ve "bien" que quede clara antes de ir a votar.

Los socialistas, ha señalado, tendrán que escoger si formar gobiernos constitucionalistas o incorporarse "al populismo y al independentismo" con el PCE, Podemos y Bildu. Confía, no obstante, en que el PSOE sea un partido socialista europeo, que opte finalmente por el marco de la UE, la Constitución y la sociedad del bienestar.

Ante este foro de empresarios con inversiones en Latinoamérica, ha afirmado también que el papel diplomático de España "tiene que ser más activo" y no mirar hacia otro lado, refiriéndose, por ejemplo, a Cuba, donde ha reclamado un papel activo en lugar de jugar a ser "un convidado de piedra".