así es la rehabilitación de la estatua del padre y el hijo

Es viernes por la mañana. La actividad hoy es especial en la Escuela de Oficios de León. Aunque toca ceremonia de entrega de diplomas, el patio no miente sobre lo que se cuece allí a diario. En cada rincón hay piezas en pleno proceso de restauración, maderas que son potenciales figuras y entre caballetes y hierros uno descubre una sorpresa.

Allí están, descansando en una posición totalmente horizontal, el padre y el hijo. Como si necesitaran de sueño reparador para recuperarse, las dos figuras de Jesús Trapote se encuentran unidas a su peana recibiendo una rehabilitación que dos cafres hicieron obligada.

Su ubicación actual no es en absoluto la habitual, pero el paso por rehabilitación será, como suele ocurrir cuando uno tiene que recuperarse, simplemente temporal. «En la pieza, de acuerdo con Trapote, se ha hecho un trabajo de consolidación, ya que al caerse se fisuró», comenta el director de la Escuela, Alberto Diaz Nogal.

Así, el padre y el hijo han sido soldados de nuevo con bronce de forma que a la vuelta del curso escolar serán limpiados con ceras naturales y agua.

Pero con su colocación de nuevo en la Plaza de la Regla no acabará todo. «La idea es que se le haga un tratamiento de patinado por parte de una empresa especializada». Todo para que la obra del conocido escultor luzca de nuevo como debe.

De esta forma, la vuelta estos dos leoneses tan queridos coincidirá con la salida del armario de chaquetas y abrigos, en un León que volverá a recibir, después de un largo verano con su ausencia, a un padre y un hijo que nunca debieron irse.

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