Hombros en la primera del Parque

Ganas había de espectáculo en la Plaza de Toros de León para la tarde del viernes y, si por las primeras impresiones fuera, poco iban a corresponder los toros de Jandilla con el compromiso en El Parque.

No hubo que esperar mucho para confirmarlo. El primero de la tarde fue devuelto y El Fandi miró al cielo de León. Con el remplazo tuvo oportunidad de dar rienda suelta a lo que tiene ante un toro correcto. Tiró de capote y aunque apuntaba a más, el astado se desinfló conforme avanzaba la faena. Estocada, paseo y oreja y los primeros pitos en El Parque.

Era el turno del francés. Sebastián Castella no levantó la tarde en el momento de su salida, malogrando el segundo sin ser fino en la espada. No pasó nada. El francés tiró de seriedad y puso calma y arrime. A pesar de la mejora y de que el segundo de Jandilla era bueno, no vio reconocimiento al no entrar con la espada.

El tercero vino a confirmar lo que anunciaba el primero de los astados. López Simón gastaba casta y le puso arrojo, reconociéndolo el público, pero de forma insuficiente ante lo valdío del toro. Cortó oreja eso sí, premio a la estocada certera.

El cuarto era de El Fandi. Exhibió repertorio con chicuelinas y ocho banderillas, recibiendo admiración. Muleta en mano controló el reloj, pero el astado se mantuvo firme. Oreja por lo mostrado y justicia en dársela.

Si dice el refrán que no hay quinto malo, El Parque confirmó la mayor. El francés Sebastián Castella, de intuición privilegiada, puso la clase y el saber. Dio el susto en un pase pero midió tiempos para gusto del leonés. Se rehizo del sinsabor anterior, metió la espada y cortó las dos orejas.

Poco que decir del sexto de la tarde, más allá de permitir a López Simón la apertura de la puerta grande. Desde la cercanía, destacó a pies juntos. Oreja y puerta grande.

Mucho más se espera para la corrida del sábado, donde el cartel anuncia Toros de Núñez del Cuvillo para Juan José Padilla, Manzanares y Cayetano.