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Óscar b. de otálora
Sábado, 16 de julio 2016, 10:42
El paseo de los Ingleses, escenario del atentado que el jueves por la noche acabó con la vida de 84 personas y dejó heridas a más de 200, ha reabierto desde la mañana de hoy. En las calles impera el silencio y ... apenas unas pocas personas circulan por la vía más emblemática del corazón turístico de la Costa Azul. Las huellas del ataque han sido borradas por completo. Se ha limpiado todo, palmo a palmo, y ya no quedan restos de sangre. La tensión, no obstante, permanece en la zona. La seguridad es máxima y hay patrullas de las fuerzas de seguridad francesas cada pocos metros.
La reapertura del popular paseo es un paso más por recobrar la normalidad, después de que ayer fue retirado el camión con el que el terrorista Mohamed Lahouaiej Bouhlel perpetró su matanza y se reabriera el carril que permanecía cerrado al tráfico. El recuerdo de lo ocurrido, en cualquier caso, sigue estando muy presente, así como las demostraciones de afecto y solidaridad por las víctimas de la masacre. Flores y velas se acumulan a lo largo de la vía por donde el terrorista embistió con el camión a la multitud que se congregaba la noche del jueves para presenciar el espectáculo de fuegos artificiales con motivo de la fiesta nacional francesa del 14 de Julio.
El aspecto desértico del siempre transitado paseo de los Ingleses, sobre todo en fechas veraniegas, contrasta con los intensos trabajos de investigación y operaciones de la Policía gala. Hoy han detenido a otras tres personas relacionadas con Bouhlel, con lo que ascienden a cinco los arrestados. Mientras, el Estado Islámico ha reivindicado la autoría de los ataques en una nota difundida por la agencia de noticias Amaq, afín al grupo yihadista.
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