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Ana Martínez Badía
Viernes, 24 de junio 2016, 13:55
Sorpresa, decepción e incertidumbre, con esta mezcla de sentimientos despertamos esta mañana tras conocer el resultado de las votaciones, UK decide salir de la UE. Mientras abría la web de la BBC, aún desde la cama, estaba convencida de que nos quedábamosel titular me ha ... despertado sin necesidad de tomar café, y ahora qué? Ahora, el limbo al menos de momento.
Llevo cinco años viviendo en Londres, encontré trabajo en un McDonalds y a las dos semanas de llegar ya estaba vendiendo hamburguesas, desde entonces no he dejado de trabajar y de pagar mis impuestos. Tengo mi vida aquí, he estudiado, aprendido el idioma, progresado laboralmente e incluso elegido alcalde, y ahora no sé qué pasará con mi estatus.
La campaña del 'Brexit' ha centrado parte de sus esfuerzos en la inmigración, se han quejado del excesivo flujo de inmigrantes que llegan al país, pero se olvidan de que la mayoría de nosotros contribuimos de una manera importante al buen funcionamiento de sus servicios, no solo al hotelero. Cientos de enfermeras españolas llegan cada año para trabajar en el NHS, por ejemplo, o ingenieros de todas partes de Europa diseñan y ponen las vías, literalmente, a los nuevos tramos de trenes, científicos españoles investigan en ciudades como Oxford tras la falta de oportunidades en casa, incluso el príncipe George tiene una nanny española...
Lo que parece que la campaña del Brexit ha olvidado es que el mayor abuso del sistema lo producen los propios británicos que deciden no trabajar y vivir de ayudas sociales, que nosotros, inmigrantes trabajadores, también pagamos. Al igual que no parece recordar a los británicos residentes en España, la mayoría jubilados, que disfrutan de nuestra seguridad social y que ni siquiera hablan nuestro idioma.
Comentando la jugada con amigos españoles e ingleses, en el trabajo, todos estamos atónitos. Los compañeros nos tranquilizan argumentando que los que estamos aquí ya no tendremos problema, que además aún hay dos años para efectuar la salidad completa y que aún no conocemos los términos de negociación. Personalmente no me preocupa en exceso el hecho de necesitar un permiso de trabajo, lo que me preocupa es hacia dónde nos dirigimos, la política antieuropea, el odio que haya podido generar la campaña, la respuesta de los mercados, como la de esta mañana, la incertidumbre
Cameron ha decidido que no es el hombre adecuado para liderar UK en su nuevo rumbo, admiro su responsabilidad política, es algo que en España aún tenemos que aprender, pero es triste ver cómo la ambición política le arrolló en su camino.
PS: Esta mañana pregunté a un cliente regular de la cafetería de la universidad donde trabajo acerca del Brexit. Su respuesta: "Thats great, no more Spanish Omelette!" El humor inglés
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