Una mujer envenena a tres familiares de su exmarido con setas en Australia
Tras un juicio de diez semanas, el jurado ha declarado culpable a Erin Patterson por uno de los crímenes más impactantes del país. Las víctimas murieron tras comer un almuerzo casero que contenía 'amanita phalloides' el hongo de la muerte
Miguel G. Casallo
Lunes, 7 de julio 2025, 10:47
Australia ha quedado conmocionada tras el veredicto de culpabilidad contra Erin Patterson, una mujer de 50 años acusada de asesinar a tres familiares de su exmarido utilizando setas venenosas. El caso, que ha captado la atención de todo el país durante semanas, se cierra con una sentencia que podría llevar a Patterson a pasar el resto de su vida en prisión.
El crimen ocurrió el 29 de julio de 2023 en Leongatha, una pequeña localidad de 6.000 habitantes al sureste de Melbourne. Aquel día, Erin Patterson organizó un almuerzo en su casa e invitó a cuatro personas: su suegra Gail Patterson, su suegro Donald Patterson, la hermana de Gail, Heather Wilkinson, y el esposo de esta última, el pastor Ian Wilkinson. Todos ellos eran familiares de Simon Patterson, exmarido de la acusada, quien curiosamente rechazó asistir.
Patterson cocinó Beef Wellington con puré de patatas y judías verdes. Lo que sus invitados no sabían era que dentro de los pasteles de carne se encontraban pequeñas porciones de death caps (Amanita phalloides), unas de las setas más venenosas del mundo.
Horas después del almuerzo, los cuatro invitados comenzaron a sentirse gravemente enfermos y fueron trasladados de urgencia al hospital. Tres de ellos –Gail, Donald y Heather– fallecieron pocos días después. Ian Wilkinson sobrevivió milagrosamente tras permanecer varias semanas en coma inducido. Fue el único que vivió para contar lo sucedido.
Un juicio seguido por todo un país
Erin Patterson fue arrestada en noviembre de 2023 y permaneció en prisión preventiva hasta el inicio del juicio, que comenzó el 29 de abril de 2025 en Morwell, una ciudad a dos horas de Melbourne. El proceso duró diez semanas y fue seguido con gran expectación en todo el país, tanto por la magnitud del crimen como por los detalles personales que salieron a la luz.
La expectación fue tal que los asientos para medios en la sala se sortearon cada día, el público hacía cola desde primeras horas de la mañana y la cadena pública ABC lideró las escuchas con su pódcast diario sobre el juicio. La plataforma Stan ya ha confirmado una serie documental sobre el caso, al que describe como «uno de los procesos penales más notorios en la historia reciente de Australia».
Lo que dijo la Fiscalía
La fiscal principal, Nanette Rogers, sostuvo durante semanas que Patterson actuó con premeditación. Afirmó que ella misma recogió las setas, las secó, las pesó en su báscula de cocina y las introdujo en los Beef Wellington con la clara intención de matar. La fiscalía también demostró que la acusada mintió en varias ocasiones a la policía, negando haber recogido setas o poseer un deshidratador de alimentos, el cual fue hallado más tarde en un vertedero con restos de hongo de la muerte.
Además, Rogers describió todo como parte de un plan «siniestramente engañoso»: según el testimonio del propio Ian Wilkinson, Patterson sirvió su porción en un plato de diferente color, presuntamente para no envenenarse ella misma. Simon Patterson, exmarido de la acusada, también fue llamado a declarar y relató la tensión creciente en su relación con Erin antes del trágico almuerzo.
La defensa: «una tragedia»
La abogada defensora, Colin Mandy, reconoció que las muertes fueron causadas por death caps, y que Erin había mentido en varios aspectos. Sin embargo, insistió en que todo fue «una terrible tragedia», sin intención homicida. La defensa alegó que Erin, a pesar de tener roces y discusiones con su exmarido, no tenía motivo alguno para asesinar a sus familiares.
Erin Patterson subió al estrado como única testigo de la defensa. Pasó ocho días declarando, cinco de ellos bajo el riguroso interrogatorio de la fiscal. En todo momento mantuvo su inocencia y aseguró no saber que las setas eran mortales.
El jurado y el veredicto
Fueron elegidos 15 jurados, de los cuales 12 participaron finalmente en la deliberación. Uno fue expulsado a mediados de juicio por haber hablado del caso con personas externas, lo cual está estrictamente prohibido en Australia.
Este lunes 7 de julio, el jurado ha emitido su veredicto: culpable de tres cargos de asesinato y uno de intento de asesinato. Erin Patterson no ha mostrado reacción visible al escuchar la sentencia.
Qué ocurre ahora
Patterson será sentenciada en una audiencia posterior. Cada uno de los cargos de asesinato conlleva la posibilidad de cadena perpetua. En el sistema judicial australiano, los jurados no deciden la pena ni pueden hablar públicamente tras el juicio.
Este caso deja una huella profunda en la opinión pública australiana y plantea interrogantes sobre el control de setas silvestres, el papel de las emociones familiares en los crímenes y cómo una tragedia doméstica puede acabar convirtiéndose en un drama nacional.
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