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Isaac Asenjo
Martes, 20 de diciembre 2016, 18:43
«Cuando un hombre con traje oscuro y corbata sacó una pistola me quedé estupefacto, pensé que era una obra de teatro dentro de la exposición». Burhan Ozbilici, fotógrafo de la agencia de noticias Associated Press, inmortalizó el momento del asesinato del embajador ruso en ... Turquía, Andrei Karlov, y las instantáneas han dado la vuelta al mundo, siendo compartidas infinidad de veces en las Redes Sociales.
El periodista mantuvo la sangre fría para seguir en el lugar donde se estaba produciendo el crimen pese a que el atacante empuñaba su pistola mientreas realizaba aspavientos. «Se desató el caos. La gente gritaba, se escondía tras las columnas y debajo de las mesas y yacía en el suelo. Yo estaba asustado y confundido, pero encontré un escondite parcial detrás de una pared e hice mi trabajo: tomar fotografías. Murió frente a mis ojos», describe en un comunicado difundido por AP.
Ozbilici ha narrado los motivos que le llevaron a estar presente en aquella exposición, titulada 'De Kaliningrado a Kamchatka', en la que participaba el embajador ruso en Turquía. «Me pillaba de camino a casa desde la oficina de Ankara. Cuando llegué, los discursos ya habían comenzado. Después de que el embajador ruso, Andrei Karlov, comenzara su alocución, me acerqué a fotografiarlo, pensando que las fotografías serían útiles para ilustrar artículos sobre las relaciones turco-rusas», explica.
El fotógrafo ha recordado lo «tranquilo» que parecía el embajador durante su discurso, hasta que «vinieron los disparos en una rápida sucesión y el pánico de los asistentes». «El cuerpo del embajador yacía en el suelo, a unos metros de mí. No podía ver sangre a su alrededor, creo que le dispararon por la espalda». En su relato, Ozbilici describió al detalle toda la secuencia y sus impresiones. «Me moví hacia atrás y hacia la izquierda, mientras que el tirador -identificado como el agente de policía Mevlut Mert Altintas- hizo un gesto con su arma a las personas que permanecían en el lado derecho de la sala». «Al principio no me imaginaba las motivaciones del tirador. Pensé que sería un militante checheno. Pero más tarde la gente decía que estaba gritando sobre la ciudad siria de Alepo. Por lo tanto, seguramente estaba enfadado por los bombardeos rusos de Alepo que estaban dirigidos a expulsar a los rebeldes antigubernamentales. Muchos civiles han muerto en los combates. También gritó 'Allah akbar', pero no pude entender el resto de lo que dijo en árabe».
«Caminó alrededor del cuerpo del embajador, destrozando algunas de las fotos colgadas en la pared. Tenía miedo y sabía el peligro que corría si el tirador se volvía hacia mí. Pero avancé un poco y lo fotografié. Incluso si me golpean, hieren o matan soy periodista, tengo que hacer mi trabajo», concluye Ozbilici.
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