No obstante, tal y como ha recordado el decano de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León, José Gabriel Fernández, ya existen doce. Por eso, este miércoles, en todos esos centros se han convocado concentraciones de rechazo a las nuevas aperturas, ya que en caso de producirse se “reduciría” la calidad en la enseñanza y se “saturaría” el mercado laboral, algo que es ya una “preocupación de todas las facultades y de los futuros licenciados que van a ejercer la profesión”.
Imagen de la concentración a las puertas de la Facultad de Veterinaria de León.
Mercado saturado
De hecho, Fernández ha asegurado que cada año 2.000 estudiantes eligen como primera, segunda o tercera opción el Grado de Veterinaria, mientras que anualmente se gradúan 1.200 alumnos. En estos últimos años, la tasa de desempleo se ha elevado del seis por ciento al veinte por ciento, mientras que los titulados tardan hasta un año en lograr un puesto de trabajo, en la mayoría de las ocasiones con condiciones precarias y con escasas posibilidades de “proyección” profesional.
Además, ha indicado que la Conferencia de Decanos de Veterinaria ha planteado al Real Decreto de Centros Universitarios que se establezca como requisitos que, antes de iniciar los trámites, las universidades cuenten con un edificio para darle uso de facultad, con un hospital veterinario y con una granja experimental para poder realizar la apertura, y poder así formar a los profesionales en campos clínicos, producción animal e inspección de alimentos, que son las tres áreas de la titulación.
El decano de Veterinaria de la ULE da lectura al manifiesto de rechazo a las aperturas.
Nuevas protestas
De esta forma, se requeriría una inversión inicial de quince millones de euros y entre ocho y diez millones al año para mantenimiento. Según ha señalado el decano de la Universidad de León, la facultad de Veterinaria de Lleida sería “la primera en abrir”, mientras que las de Valencia, Vitoria, Alicante y Madrid cuentan, algunas, con la memoria de verificación aprobada por las agencias autonómicas y nacional, aunque carecen de estos tres requisitos en materia de infraestructuras.
Con esta protesta, se pretende “frenar o que se reflexione antes de proceder a la apertura” de estas nuevas facultades. Los decanos, apoyados por la Conferencia de Rectores y los colegios oficiales, anuncian nuevas movilizaciones de cara al próximo año, en caso de que no se tengan en cuenta sus reivindicaciones.