Según ha confirmado el portavoz del Departamento de Justicia Criminal de Texas, Robert Hurst, la mujer ha recibido una inyección letal y ha sido declarada muerta a las 18.24 horas (hora local) en el penal de Huntsville. Coleman ha sido la segunda mujer ejecutada en Estados Unidos en lo que va de año y la número 15 desde que la Corte Suprema de Estados Unidos restableciese la pena de muerte, en 1976.
"Sólo quiero decirle a mi familia que los amo, a mi hijo, lo amo. A las muchachas en el corredor de la muerte, que las amo y que mantengan en alto sus cabezas", ha dicho Coleman en su declaración final, tal y como ha informado el Departamento de Justicia Criminal.
Los investigadores acudieron a la casa de Coleman en julio de 2004, donde encontraron muerto por desnutrición a Davontae Williams, con las manos hinchadas y marcas de ataduras en las muñecas y los tobillos, según los documentos judiciales.
Una autopsia determinó finalmente que Davontae Williams, hijo de Marcella Williams, había muerto a causa de la desnutrición y de una neumonía. Pesaba sólo 35 libras (unos 16 kilos), según añaden los registros de la corte.
Coleman fue declarada culpable de asesinato por un jurado en 2006 y condenada a muerte. Williams también fue declarada culpable de asesinato, pero fue condenada a cadena perpetua y podría recibir la libertad condicional en 30 años, según los registros de la prisión.