Opinión
OPINIÓN POR BEATRIZ SAN MILLÁN PÉREZ
 ¿Qué son los procesos cognitivos del cerebro?
Desde que nacemos empezamos a aprender. Lo que vivimos va pasando a ser parte de nuestra historia y esa historia es lo que va determinando las decisiones nuestro comportamiento en el futuro.
11/04/2013
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LA NARANJA MECÁNICA
La historia se crea a través de nuestra memoria. La memoria son recuerdos y los recuerdos se elaboran con las sensaciones que entran por nuestros cinco sentidos: la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. Las sensaciones son corrientes nerviosas que llegan a nuestro cerebro y éste las percibe y las interpreta. Así, podemos distinguir imágenes, sonidos, olores, sabores y texturas, y, además, podemos determinar si nos gustan o no mediante las experiencias, y las emociones que nos evocan.

Los recuerdos no son algo exacto sino que son pequeños fragmentos de lo que ocurrió que se acumulan en nuestro cerebro. Somos nosotros mismos los que nos encargamos de reconstruir la vivencia para darle un sentido completo a esos pequeños fragmentos que conservamos. Esa es la razón por la que cuando nos juntamos con amigos o familiares y recordamos anécdotas siempre hay puntos de desacuerdo. Los hay que no recuerdan nada, los que exageran, los que quitan importancia, los que creen recordarlo perfectamente, etc… Según cómo nos afectara emocionalmente así se fijó en nuestra memoria y construimos el recuerdo con esa importancia que tuvo para nosotros.

La manera en que construimos los recuerdos es mediante el lenguaje, los convertimos en historias. La palabra es una de las principales formas de comunicarnos, aunque no la que más utilizamos. Nos relacionamos con los demás a través de dos mecanismos: la comunicación verbal y la no verbal. La comunicación verbal es la que realizamos mediante palabras y la no verbal son los mensajes que emitimos y captamos mediante otros elementos como la postura de nuestro cuerpo, los gestos, la mirada, el aspecto físico, nuestro tono de voz e, incluso, los silencios. Se dice que, aproximadamente, la comunicación no verbal ocupa un 10% de la comunicación y la no verbal el 90%. Pero, a pesar de utilizar las palabras en un porcentaje tan pequeño son indispensables para nosotros. Apenas podríamos decir nada a otra persona si no fuésemos capaces de elaborar un mensaje con sentido lógico y pensando bien el objetivo que queremos lograr con nuestra comunicación. Si utilizamos las palabras equivocadas, aunque nuestro lenguaje corporal sea el correcto, lo que conseguiremos será contradecirnos y no nos haremos entender.

Por eso, debemos pensar antes lo que queremos transmitir. El pensamiento es lo que pasa por nuestra mente. La mayoría de la información  que pasa lo hace en forma de imágenes, sonidos y/o palabras. En nuestro pensamiento tendríamos algo así como un traductor de sensaciones, emociones, deseos, impulsos, etc. Lo que nos pasa, por dentro y por fuera, llega al pensamiento y se traduce en palabras para que lo podamos entender. ¿Cuántas veces sentimos algo y no sabemos lo que nos pasa hasta que no conseguimos describirlo? Una vez que podemos ponerle palabras, definirlo, somos capaces de entenderlo, explicárselo a los demás y actuar en consecuencia, es decir, conseguimos razonarlo. Hasta entonces parece que la intranquilidad crece dentro de nosotros. Ese traductor es el razonamiento y también modula la intensidad de todo eso que nos pasa para que no nos afecte de una forma desmesurada y lo sepamos afrontar y comunicar correctamente.

Todas estas funciones: la sensación y atención, la percepción, la memoria, el lenguaje, el pensamiento y el razonamiento es lo que denominamos los procesos cognitivos del cerebro. Es decir, son las principales funciones que desempeña nuestra mente. A simple vista parece que es algo bastante sencillo porque, a diario, realizamos con éxito estas tareas de manera automática. Pero, en realidad, cada una de ellas se compone de subprocesos que a su vez se dividen en muchos otros procesos más pequeños hasta que llegamos lo más básico de nuestra anatomía cerebral, la neurona. ¡Y ella también hace varias tareas! Pero eso es otro tema…

Beatriz San Millán Pérez

psicobsm.com

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