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REPORTAJE
Próxima parada: FP dual
Una veintena de alumnos concluye el primer curso del ciclo de mantenimiento ferroviario que se imparte en Barcelona, Madrid, Málaga y Valladolid
Alumnos de FP del JUan de Herrera hacen prácticas en los talleres de Renfe de Valladolid. (Foto: Eduardo Margareto)
Alumnos de FP del JUan de Herrera hacen prácticas en los talleres de Renfe de Valladolid. (Foto: Eduardo Margareto)
Ical
05/07/2015 (10:00 horas)
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Adrián Ramos es un joven vallisoletano que el curso pasado estudiaba la carrera universitaria de Geografía. Su padre, trabajador de los Talleres de Renfe de Valladolid desde hace más de 30 años, le comentó que el Centro Integrado de FP Juan de Herrera iba a impartir el ciclo de Técnico de Mantenimiento de Material Rodante y Ferroviario con prácticas en su lugar de trabajo. No se lo pensó. Adrián presentó la solicitud y fue seleccionado junto a otros 19 alumnos para estudiar este ciclo medio. La experiencia en el primer curso ha sido tan buena que este joven de 21 años asegura que es la “mejor decisión que ha tomado en tiempo”.

Una decisión acertada que tiene mucho que ver con la elección del módulo de ciclo medio, fruto del acuerdo alcanzado entre la Consejería de Educación y Renfe, que permite que los alumnos reciban formación por parte de los profesores del Juan de Herrera pero también de los profesionales del operador público. No solo hay teoría, sino que las prácticas son muy especializadas al ser en un centro de trabajo como los Talleres de Renfe. A todo esto hay que sumar la beca de la empresa pública de 300 euros aproximadamente que recibirán 15 estudiantes durante el segundo curso.

La FP Dual, que está inspirada en el modelo de formación profesional de Alemania con un régimen de alternancia entre el centro educativo y la empresa, se desarrolla en la Comunidad desde el curso 2012-13. La iniciativa comenzó con siete experiencias en cuatro centros de Burgos, Soria, Medina del Campo y Valladolid para 50 estudiantes y este curso ha llegado a 78 centros con 118 proyectos y 271 alumnos. Se trata de una iniciativa con mucho recorrido por su enorme potencial.

Inserción laboral

La filosofía de la FP Dual es adecuar las necesidades de formación de los estudiantes a las demandas de los sectores productivos, mejorar la cualificación y la empleabilidad de los alumnos y, sobre todo, favorecer su inserción laboral al existir mayor contacto con las empresas. No es lo mismo pasar en el centro de trabajo tres meses que nueve como ocurre en la modalidad dual.

Algo a tener muy en cuenta en España con una elevada tasa de desempleo juvenil. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), el 51,4 por ciento de los menores de 25 años está sin un trabajo.

La inserción laboral fue, precisamente, lo que empujó a Adrián a dar ese paso y matricularse en el ciclo de mantenimiento de material ferroviario en el Juan de Herrera. No en vano, los alumnos adquieren los conocimientos y las destrezas en una compañía como Renfe. “La FP Dual es muy motivadora porque aprendes lo que realmente interesa a la empresa y eso abre muchas puertas para encontrar un trabajo”, añade el joven. Más opciones de trabajar en esa compañía u otra pero todos los estudiantes son conscientes que no existe un compromiso de contratación.

El jefe de estudios del Centro Integrado de FP Juan de Herrera, Óscar Alonso, corrobora estas palabras al apuntar que él mismo ha comentado a sus alumnos de que este ciclo tiene buenas expectativas laborales en filiales de Renfe y empresas auxiliares, sobre todo en Madrid, Cataluña y el extranjero. Entre otras cosas, porque el ciclo especializado solo se imparte en cuatro ciudades españolas: Barcelona, Madrid, Málaga y Valladolid.

Adrián reconoce la dureza del curso que obliga, por ejemplo, a pasar seis horas en el taller. La estructura del ciclo se divide en dos cursos. El primero transcurre con dos trimestres en el centro y uno en Renfe, mientras que al año siguiente es al revés. A su juicio, todo esfuerzo compensa por los numerosos conocimientos, tanto teóricos como prácticos, que se adquieren.

Un esfuerzo que también ha tenido su reflejo en las notas obtenidas por los alumnos del ciclo, curiosamente todos chicos entre 18 y 24 años, tal y como suele ocurrir en la rama industrial de FP. “Muchos son estudiantes que han cursado otros módulos formativos por lo que cuentan con una experiencia en centros y empresas, además de ser conscientes que las primeras promociones serán las grandes beneficiadas”, apunta Alonso.

Hasta la fecha, los alumnos de esta primera promoción solo han bajado a los talleres de la Base de Mantenimiento Integral (BMI) de Valladolid para ver las piezas estudiadas en el aula. Será el año próximo cuando acudan al centro de trabajo para manipular las máquinas, una vez superados todos los contenidos del curso.

El jefe de Formación de Vehículos de la Escuela Técnica de Mantenimiento de Renfe, José Manuel Parreño, explica que en el primer curso se han impartido cuatro de los ocho módulos que componen el título con visitas a los puestos de trabajo relacionados con esas asignaturas. “En el primer curso, van al entorno laboral como observadores y será en segundo cuando bajen al taller y puedan participar de forma directa en la producción”, precisa en un receso de la clase impartida en el aula de la BMI de Valladolid. La visita a los talleres para tomar una fotografía de las explicaciones de los profesores ‘in situ’ es vetada por los responsables de Renfe por una cuestión de seguridad y propiedad industrial.

Parreño ha sido uno de los cuatro profesores de la Escuela Técnica Profesional de Mantenimiento (ETPM) de Renfe de los once que componen este centro y que se han repartido para dar la formación por las otras tres ciudades donde hay este ciclo de FP Dual. “Es un despliegue importante de los formadores del centro con el gasto económico que supone, sin olvidar que nuestra presencia aquí con los alumnos detrae recursos para atender a la División Industrial de Renfe que está compuesta de 3.000 trabajadores en toda España”, manifiesta este profesional.

Una veintena de alumnos concluye el primer curso del ciclo de mantenimiento ferroviario. (Foto: E. Margareto)

Preguntado por las diferencias a la hora de impartir clases a estudiantes y a empleados, José Manuel Parreño reconoce que la principal es la edad puesto que el personal de Renfe tiene una media de 52 años pero también los contenidos que son más genéricos ya que la formación que reciben estos alumnos está sujeta a los resultados de aprendizaje recogidos en el título mientras que los cursos para los trabajadores están más dirigidos a vehículos concretos y sus subsistemas.

Otro de los alumnos, César Calvo, de 24 años, destaca el plus del ciclo de esta FP Dual al ser los propios formadores de Renfe los encargados de dar parte de las clases. “Se nota que te enseñan con ganas y conocen muy bien la materia”, explica. Además, valora que la teoría que reciben en el aula tiene su reflejo en el taller, donde acuden a comprobar cada uno de los conocimientos de las asignaturas. Algo que es imposible en otros ciclos de Formación Profesional, tal y como pudo comprobar cuando estudió ciclos de Mecánica y Carrocería.

En el mismo sentido se pronuncia otro joven que considera que el ciclo es “muy didáctico” al conocer todas las máquinas de primera mano. A su juicio, es una forma de conocer el trabajo de los propios empleados de los Talleres de Renfe, un lugar en el que siempre ha querido trabajar pese a que, en la actualidad, compagina sus estudios, en horario de mañana, con un empleo en otra empresa de Valladolid, por las tardes, después de acabar FP Electrónica.

Tecnología puntera

El responsable de formación de la ETPM de Renfe hace hincapié en los contenidos del grado medio de FP Dual en tecnologías punteras en Europa aplicadas a vehículos de última generación como los de Alta Velocidad que operan en España, gracias al esfuerzo inversor del Ministerio de Fomento. Además, reconoce que los nuevos talleres de Valladolid será una infraestructura “con mucho potencial, no solo por la instalación en sí sino, sobre todo, por el equipamiento de tecnología que convertirá a este centro en un referente en el mantenimiento pesado de los vehículos, especialmente los autopropulsados”.

Una idea que también menciona el jefe de estudios del Juan de Herrera al apuntar que la puesta en marcha de la nueva base en San Isidro, prevista para finales de año, generará nuevos puestos de trabajo. De ahí que Óscar Alonso inste al Ministerio de Fomento y a Renfe a dar continuidad al ciclo de mantenimiento de material ferroviario, una vez finalizadas las dos promociones comprometidas. Y es que sentencia que “la formación cuesta un dinero para las empresas pero no deben olvidar que es una inversión de futuro porque es la mejor manera de contar con un posible trabajador bien formado”. 

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