Se trata de una serie de exigencias que llevan reclamando “mucho tiempo”, tal y como ha señalado un portavoz de los 56 trabajadores de la empresa en la base leonesa, desde donde se atienden buena parte de los incendios forestales de la provincia de León. Ante la pasividad de Tragsa en sus reivindicaciones han decidido “dar un puñetazo en la mesa y hacer algo”.
Por eso, la Asociación de Trabajadores de Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales a nivel nacional ha convocado esta protesta, que se ha realizado en las diez bases del territorio nacional donde opera la empresa pública Tragsa. Este encierro, en principio, será el único, a la espera de conocer si la compañía se muestra receptiva en sus reivindicaciones.
Aunque el mismo portavoz ha explicado que la medida de protesta no repercutirá en el funcionamiento del servicio, no se descartan nuevos encierros o protestas de otro tipo en las próximas semanas. En este sentido, desde la Asociación de Trabajadores de Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales ya se advierte de que pueden ser medidas “medidas de calado”.
Los brigadistas portan pancartas durante la celebración de su encierro nocturno.
"Con 60 años no son condiciones"
En concreto, los trabajadores reclaman un salario digno porque ahora no alcanzan, de media, los 900 euros. Además, reclaman un coeficiente de reducción de la jubilación. “Con 60 años no hay gente que esté en condiciones de estar en primera línea de fuego. Se requieren condiciones que no se reúnen con las jubilaciones que hay en España”.
Por otro lado, demandan que “a cierta edad” los trabajadores puedan ser destinados a una segunda actividad, como cuestiones de mantenimiento o administración. Del mismo modo, solicitan una categoría profesional, que ahora no existe, que catalogue su actividad laboral como “bombero forestal”.
Imagen de la protesta que ha tenido lugar en la base de Tabuyo del Monte.
Los agentes contra incendios, en el interior de la base durante el encierro.