Unas jornadas inauguradas por la presidenta de la institución provincial, Isabel Carrasco, y que ponen sobre la mesa cuestiones como las licencia de actividades, control de calidad acústica de los edificios y planificación urbanística.
La Ley del Ruido incorpora nuevas medidas, como la declaración del control del ruido como un servicio de prestación obligatoria para las administraciones autonómicas, provinciales y locales y su aplicación a todos los emisores acústicos públicos y privados, así como a las edificaciones, incluidas las actividades domésticas, que la normativa estatal no contempla hasta el momento.
Elías Arribas, coordinador de este encuentro con los representantes de los municipios, ha recordado la necesidad de aplicar esta normativa "ya en vigor en Europa" y por la que el ruido pasa a ser una cuestión de primer nivel. Tanto, que el aislamiento llegará incluso a las viejas edificaciones en este caso con la "peatonalización del entorno".
"Donde no se puedan aplicar medidas de aislamiento en edificaciones por tratarse de un casco viejo habrá que aplicar otras medidas como la peatonalización del entorno o la limitación de los ruidos", ha advertido Arribas durante la presentación.