Susana Valdés (León, 1973), es hija del también pintor y escultor Miguel Valdés. Su primera etapa muestra influencias de su amor por la fotografía, inclinándose hacia el hiperrealismo. Los bodegones, la figura humana y los animales centran estas primeras obras, en las que puede apreciarse el perfeccionamiento de su técnica y la huella de creadores como Patricia Rizzo o William Whitaker.
Tras un proceso de evolución, su búsqueda va más allá de la pura descripción mecánica de sus comienzos. Así, en su etapa actual, la necesidad expresiva la ha llevado a un nuevo conocimiento sensorial del mundo. Sus pinturas ofrecen un lenguaje y un concepto profundizado en la espiritualidad del ser en el que, a través de su antagonista, la materia minimizada, transmite la libertad innata, la levedad, la soledad y la fugacidad de su existencia.
Actualmente Susana Valdés está llevando a cabo la presentación de su obra tanto a nivel nacional como internacional, destacando su reciente participación en la Feria Internacional de Bolsazo (Italia).