Aquello que algunos fuimos a conmemorar/reivindicar/apoyar, en un pueblo sanabrés, en relación a la tan traída y llevada frase autobiográfica de D. Miguel : ” en un lugar de las montañas de León tuvo principio mi linaje”, ahora resalta, con la actualidad del año 2016, aún más y da un gran aldabonazo exteriorizante.
El IV CENTENARIO del fallecimiento de D. Miguel trae a la actualidad su obra, vida y circunstancias versátiles que vuelven a estar en el candelero de los debates, sean estrictamente literarios o no sobre tan descomunal, impactante y glorificado escritor.
Ese tal IV CENTENARIO por D. Miguel, además de tener su componente conmemorativa estatal, también podría ser alumbrado con respuestas más próximas, más de aquí y puede, tal vez, que tan o más interesantes que las del centralizado (¿no es así?) programa oficial. Aquí aún se puede pensar, incluso siguen diciendo que es gratis, y puede que la contribución plural, desde los entornos de convivencia próximos a las montañas de León, también se pueda añadir a tal y tan extraordinario evento.
Ese tal IV CENTENARIO puede, una vez más, renovar las consideraciones sobre el papel jugado por el Pueblo Judío dentro de la península Ibérica y en la concreción del espacio territorial de toda la Corona Leonesa. Ese legado sefardita de la leoneseidad que se fué, constituye, de forma indudable, un eslabón importante de nuestra ancestral cultura. (El soberano leonés Alfonso VI, que debe su trono gracias a la heroicidad de la urbe leonesa de Zamora en 1072, frente al cerco de los ejércitos castellanos, fue conocido como el Emperador de las tres religiones).
Este nuestro IV CENTENARIO del fallecimiento de D. Miguel, y en base a él, nos puede ayudar a repensar, ¡a todos!, sobre los aconteceres plurales de nuestra gente y de nuestra tierra, incluso superando los acosos de bloqueo que nos viene (¡verdad que vienen!) del este, de esa parada y fonda colocada imperativamente en 1981 desde Madrid.
El IV CENTENARIO de D. Miguel es también su obra literaria, en ese regusto de resaltar la imposta del mundano hacer hacia el desquiciamiento de lo estrambótico y dar, como resultado electrizante, un paradigma universal.
El IV CENTENARIO sobe D. Miguel nos debe dejar ver los árboles del bosque integral aquí en el Oeste regional de la España Nación, incluso aún a pesar de tanto, tanto y tanto telecratas, empecinados en mandar sus orquestados aludes de soflamas.
Este IV CENTENARIO sobre D. Miguel puede situar, a este leonés universal, en el paradigma de la referencia idiomática de un sistema lingüístico que avanza socialmente de forma inexorable, a caballo de las nuevas tecnologías de la comunicación, y que constituye todo un referente idiomático de futuro. Sea por D. Miguel .