La Policía Local recibió una llamada a las 13 horas. Era el padre de la pequeña, que explicó a los agentes que llevaba allí desde las 12 horas, cuando había pasado a recoger a la pequeña, pero que en todo ese rato nadie había abierto la puerta y escuchaba a la niña llorar. Dos policías se personaron de manera inmediata en el lugar de los hechos, donde les esperaba el padre del bebé que les reiteró que su exmujer debía haber abandonado el domicilio y que la niña debe estar sola.
Los agentes se pusieron entonces en contacto con la madre, a la que llamaron por teléfono. La mujer confirmó lo sucedido: efectivamente se había ido de casa a las 10.30 horas y había dejado allí a la niña, sola, «porque se tenía que ausentar y no tenía con quién dejarla», según informó posteriormente la Policía Local. Después de la llamada, la madre se personó en el domicilio. Tras entrar, los agentes y el padre pudieron comprobar que no había nadie a cargo de la pequeña, que seguía llorando.
Posteriormente se trasladó a la menor a un centro médico para que fuera reconocida. Provisionalmente y por orden judicial, la niña quedó a cargo de su padre y la madre fue detenida por estos hechos.