Así la Audiencia de Madrid considera a Enrique O.G., de 65 años, culpable de un delito de allanamiento de morada, tres delitos de secuestro, tres de amenazas, un delito de tenencia ilícita de armas y tres faltas de lesiones cometidos durante el asalto a la casa de Bárcenas, según la sentencia hecha pública este jueves.
La Fiscalía solicitó 18 años de prisión, mientras que la acusación particular, ejercida por la familia Bárcenas, reclamó una condena entre 25 y 29 años de cárcel, y la defensa pidió su libre absolución, al entender que se le debe aplicar la eximente de alteración mental.
Por su parte el abogado del condenado ya ha anunciado que recurrirá esta sentencia “indecorosa” ante el Tribunal Supremo, señalando que Enrique O.G. es un "pobre hombre" y que el Estado debería haberle enviado a un centro psiquiátrico no a la cárcel.
Según informa el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, el tribunal concluye que concurre en el condenado la atenuante analógica de alteración psíquica, pero establece que "no puede apreciarse como eximente completa o siquiera incompleta" como pretendía su defensa.
En el juicio, el condenado reconoció los hechos y aseguró que escuchaba voces en su cabeza. Un extremo que fue desmentido por los médicos forenses al asegurar que no era compatible con el trastorno de la mentalidad que sufre.