Cultura
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Aparicio y Merino recuerdan que el Santo Grial pertenece a lo fantasioso
Protagonizan un Filandón para homenajear los 100 años del Casa Benito piendo una apuesta firme por la Cuna del Parlamentarismo y el legado cultural leonés
A. Cubillas / @And_Cubillas
30/06/2015 (23:58 horas)
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Vuelven a casa y lo hacen a ese lugar que permanece intacto con el paso de los tiempos para volver a lo que fueron ayer. Juan Pedro Aparicio y José María Merino han vuelto a Casa Benito, esa taberna en la que 100 años después aún perdura su sabor rancio, lugar de encuentro de la vida social, política y cultural leonesa.

En su memoria, muchos recuerdos del antaño en el que en analizaban con amigos y colegas el día a día de León, entre clarete y clarete, no apto, bromea Merino, para trazar esos versos de amor a las mozas que intentaban conquistar. Un tasca que guarda con recelo la esencia del León más puro.

Un rincón que nació como tienda para, después, ser pensión, restaurante y luego bar, con regusto de taberna, que, según reconoce Aparicio, se ha convertido en toda una institución que pasa inadvertida por la humildad que ha tenido y han tenido sus fundadoras y los que han cogido el testigo.

“Todos aquellos que acabamos como escritores así como buena parte de los leoneses que se han ido fuera tienen un vinculo afectivo con esta tasca que tiene todos los ornamentos de la humildad y lo genuino. Para mi representa al León más puro”.

Bromas entre colegas y amigos que echan la vista atrás para recordar las eternas charlas con los amigos o los ligues. Y es que cuántas horas fue testigo Casa Benito de encuentros de José María Merino con la que hoy es su mujer. “Es un lugar de grandes momentos que tiene un espíritu de lo popular, de lo amistosos, de lo cercano”.

Patrimonio cultural

Con la ausencia de Luis Mateo Díez, los dos cuentistas han protagonizado un filandón en un abarrotado Casa Benito, una taberna que, en definitiva, representa el potencial y la riqueza cultural que aún hoy tiene una tierra con grandes poetas, escritores y artistas que claman apoyo y difusión para mantener vivo la grande del León literato.

Al menos así lo entiende Aparicio que ha lamentado la ausencia de lo que es León cultural de este momento. “Hay gente que está escribiendo estupenda poesía y narrativa, gente de los diversos aspectos de las artes plásticas, interesada por el teatro y creo que eso hay que potenciarla y mantenerlo vivo, eso es una riqueza de la que no puedes prescindir”.

En este sentido, Aparicio recordó que la importancia que tiene León dentro de la literatura contemporánea sigue viva en la ciudad. “Hay un gran nivel que es sinónimo de riqueza. Es un potencial del que debemos ser conscientes y que debemos de cuidar y preservar”.

Aparicio y Merino recuerdan sus viejos tiempos en Casa Benito. (Foto: A.C.)

Juan Pedro Aparicio y José María Merino en Casa Benito. (Foto: A.C.)

El “grave error” del alcalde

Un León que además debe poner el acento en la importancia de León, Cuna del Parlamentarismo por un hito que le ha situado en el mundo. Porque, según coinciden Aparicio y Merino, sería un error dotarle de un papel secundario frente a una mera creencia religiosa.

“Me preocupa que el alcalde no vaya a poner en el acento en una distinción universal y sí en el Santo Grial que pertenece más bien al terreno de lo legendario y de lo fantasioso. Creo que eso sería un grave error político y si el partido Ciudadanos lo apoya debería cambiar el nombre y llamarse el partido feligrés”.

Una línea en al que coincidió su compañero, que recuerda que la distinción ‘León, Cuna del Parlamentarismo’ es la mayor honra de esta ciudad. “Luego hay creencias de cosas hermosas como el Santo Grial pero hay que recordar que hay 220 aunque este sea el más verdadero de todos”.

Un mensaje en forma de reclamación que lanza al nuevo equipo de gobierno en una jornada para el recuerdo y para el sentido y caluroso homenaje para un rincón que ha albergado a lo más selecto de la cultura leonesa.

Aparicio y Mestre, minutos antes de empezar el Filandón en Casa Benito. (Foto: A.C.)

La terraza del Benito se quedó pequeña para disfrutar del Filandón de Aparicio y Merino. (Foto: A.C.)

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