El campeón impone su pegada en Losail

El mallorquín controló la carrera ante el acoso de las poderosas Ducati en el inicio de la prueba se comprobó cómo le fulminaban en la larga recta catarí- para imponer un ritmo imposible en el final de la prueba, justo como se intuía después de las pruebas de invierno: unos neumáticos que permiten rodar igual o más rápido al final de la carrera, cuando normalmente la frescura suele ser un factor importante en el rendimiento de los pilotos. La determinación que tenía en la cabeza de conseguir no la victoria sino ir cada vez más rápido y creer en mí mismo, creer que se podía conseguir, me ha hecho rodar en esos 55 bajos y 54.9 cuando el neumático no era para conseguir esos tiempos, y por eso estoy muy contento con mi rendimiento en la moto, comentó satisfecho el campeón del mundo, que el sábado protagonizó un desencuentro dialéctico con Valentino Rossi.

Por respeto a Yamaha prefiero no seguir esta guerra dialéctica y lo mejor es hablar en la pista, que es la mejor manera de hablar y para mí de expresarme. Y ya lo habéis visto. Ante una grada volcada de principio a fin en Rossi y contra Lorenzo y Marc Márquez-, Yamaha celebró su primera victoria del curso en un momento en el que su número 1 deshoja la margarita del futuro: la oferta está sobre la mesa, falta la decisión del piloto que cuenta también con una propuesta de Ducati, esa que Rossi dijo no tener huevos de aceptar, en parte para picarle en su orgullo. Aunque a este Lorenzo lo último que hace falta es darle más motivaciones para sacar su martillo a pasear.

Una victoria sólida aunque no fácil, con un grupo que fue de hasta cinco pilotos en cabeza y que prometía pelea y de la buena. Pese a todo, no saltaron chispas en las pocas ocasiones que los pilotos se encontraron moto contra moto, ni siquiera cuando los protagonistas fueron Rossi y Márquez. El de Honda trató de sobreponerse a sus problemas de inicio de curso y, pese a tener en mente el consejo de su mentor Emilio Alzamora de no arriesgar y de llevar a su box un buen saco de puntos para la clasificación, volvió a sacar el instinto Márquez para buscar el segundo puesto ante Andrea Dovizioso, una vez que Lorenzo se ponía en modo imposible. El italiano, que las tuvo en el inicio con su compañero Andrea Iannone, que cometió un error que le llevó al suelo, demostró la solidez de Ducati en Losail repitiendo su resultado de 2015. Había un 98% de perder el segundo puesto y solo un dos de ganarlo, pero a pesar de todo lo he intentado en la última curva, explicó Márquez, que se fue largo en el último momento de la prueba buscando esa segunda plaza. He estado toda la carrera detrás de Dovi, no porque quisiera, sino porque no lo podía pasar en las frenadas. Lo importante es que si me hubieses dicho el miércoles que estaba en el podio lo habría firmado. Un circuito en el que todos los años nos cuesta.

El que se quedó fuera del podio fue Rossi, en una carrera un tanto extraña. Por momentos el italiano se descolgaba de los tres de cabeza, para después volver acercarse, aunque sin dar la impresión de poder meterse en la pelea del podio. Me he enganchado como una garrapata a ellos, pero no podía acercarme lo suficiente. De todas formas, ha sido una carrera muy sólida y estoy satisfecho con lo hecho, comentó el ganador en 2015 en Losail. Por detrás de estos cuatro cruzó la meta, aunque a más de 14 segundos del ganador Pedrosa, y no muy lejos de él Maverick Viñales, que dejó el sabor agridulce de ese del que se espera más: su fin de semana fue de podio, su carrera desnudó algunas carencias de la Suzuki, en este caso, de motor, una vez que el equipo japonés no pudo usar el cambio seamless completo debido a los problemas sufrido por Aleix Espargaró durante los entrenamientos. Pol Espargaró séptimo, y mejor piloto de equipo no oficial, y Héctor Barberá noveno un gran resultado para un piloto que hace pocos meses daba las gracias por poder sumar algún punto- completaron el buen resultado del motociclismo español en la clase reina: seis pilotos entre los nueve primeros, señal del poderío alcanzado tras los últimos años de éxitos.

La siguiente etapa será la de Argentina, escenario del primer encontronazo entre Rossi y Márquez, y primer circuito en el que los equipos llegarán a ciegas en el trabajo de puesta a punto de las motos. Y ahí el tiempo será mucho más limitado que en los tests de pretemporada.