El objetivo es hacer la Fórmula 1 grande de nuevo

Es la gran duda que estriba en este inicio de la campaña 2017: ¿Hasta qué punto lo visto en la pretemporada es real? De entrada, Ferrari ya ha ganado una pequeña batalla. En los test hubo mucha suspicacia por el uso de unas suspensiones presuntamente ilegales por parte de Mercedes y Red Bull, y la FIA ya les avisó de que iban a poner el ojo muy cerca. Ante la duda, los vigentes campeones del mundo y los que le siguieron en 2016 llegaron a Melbourne con unas suspensiones nuevas, que pasaron los test sin problemas.

Ahora queda por ver si este nuevo sistema no les lastra en cuanto al rendimiento mostrado en Barcelona en la pretemporada. Tanto Hamilton como su nuevo compañero Valtteri Bottas dejaron claro desde su primera vuelta en el trazado barcelonés que tienen, no uno, sino varios ases en la manga que irán mostrando poco a poco. El primero: esa aleta en forma de T que ya han llevado a Melbourne modificada con respecto a la que probaron en Montmeló.

Si Hamilton es el gran favorito, Red Bull es la gran incógnita. Pocos, por no decir nadie, se creen que estén tan atrás como lo que mostraron en los ensayos. Daniel Ricciardo y Max Verstappen, los pilotos que evitaron el pleno de Mercedes en 2016, cuentan con un Red Bull RB13 aparentemente más conservador que los monoplazas de sus rivales, pero pocos dudan de que estarán pugnando por los primeros puestos, con permiso de Mercedes y Ferrari.

Si por arriba hay muchas dudas, en la zona media de la tabla hay un nombre que sobresale sobre el resto: Carlos Sainz. El madrileño se ganó por méritos propios el papel de candidato no sólo a Red Bull, sino también a Renault (estuvo muy cerca), Mercedes o Ferrari. Que el mismísimo Alain Prost coloque el nombre de Sainz como un fichaje más que aceptable para acompañar a Sebastian Vettel habla más y mejor que cualquiera de las aves rapaces que vuelan en círculos alrededor del español para intentar coger algunas migajas. Una buena temporada de Sainz en este 2017 será el arma perfecta para llamar a las puertas que debe llamar (si es que no lo ha hecho ya) pensando en 2018 y en el proyecto para el que lleva trabajando toda su vida: convertirse en el segundo español campeón del mundo de Fórmula 1.

Una F1 más digital

La temporada 2017 viene a ser un cambio de paradigma en muchos elementos. No sólo los coches son nuevos y muy diferentes a los vistos el año anterior, lo que en teoría va a traer más espectáculo (o eso pretenden), sino que también habrá elementos de base en la forma de ver las carreras. Los nuevos dueños de la Fórmula 1 quieren potenciar aquello en lo que Bernie Ecclestone se quedó muy atrás. Ya durante la pretemporada se vio una apertura sin dudas ni cortapisas a las imágenes, vídeos y, en general, a lo digital. Aquello en lo que Mr. E no creía, es el pilar en el que quieren basarse en Liberty Media para volver a enganchar a la afición que poco a poco se ha ido desencantando de la competición. Sólo hay que echar un vistazo a los perfiles en las redes sociales de la Fórmula 1: vídeos, fotos exclusivas Lo que ya se venía haciendo en otras disciplinas deportivas, como la NBA (el gran ejemplo a seguir), va a empezar a verse en el gran circo.

El GP de Australia que se disputa este fin de semana es el primer capítulo de una temporada que quiere ser el de la ruptura con el pasado. Ahora mismo sólo se pueden lanzar preguntas, porque certezas no hay: ¿Podrá alguien con Lewis Hamilton? ¿Será Bottas un convidado de oro en la fiesta del tricampeón en busca del cuarto título? ¿Recuperará el pulso Sebastian Vettel con los de delante? ¿Red Bull mostrará su verdadero rostro? Y lo que interesa a los españoles: ¿Acabará Fernando Alonso (no aspira a más)? ¿Demostrará Carlos Sainz que está capacitado para dar el salto a un equipo grande?