El sueño ya es realidad

Todos ellos estaban, todos ellos empujaban, todos ellos quería que el mal recuerdo, los malos presagios, los sinsabores de la historia culturalista pasaran a ese mismo lugar, a la historia. Y ahí quedaron. Eso sí, fue un hecho no exento de sufrimiento, algo implícito en el ADN de la Cultural, que supo sobreponerse a los momentos de agobio para firmar el sueño, el ascenso con un 2-1 final con goles de Julen Colinas y Gallar.

Gallar avisa

La lógica, la previsión que todos tenían en mente se cumplió. El Barça B salió empujando, tratando de asustar desde el inicio mientras que la Cultural estaba más interesada en un partido tranquilo, teniendo más posesión que en el Mini Estadi. Romera, novedad en el once, tuvo la primera ocasión que sirvió como preludio de los mejores minutos de la Cultural.

El balón era blanco, la posesión pasaba mucho por Yeray y Ortiz y la defensa blaugrana dejaba huecos. Así llegaron las ocasiones leonesas, en las botas de Gallar, primero con una internada de Colinas por banda y posterior dejada de Benja que detuvo Varo y, poco después, el poste evitó el delirio en el Reino de León tras una recuperación en campo rival de Yeray y una eléctrica jugada de Gallar.

El partido pasó a ser más tranquilo. Culturalistas y azulgranas habían firmado una pequeña tregua pero sin entregar las armas. Al Barça B se le apagaban las luces al llegar a la frontal del área de la Cultural, los leoneses estaban más pendientes de la retaguardia que de la vanguardia. Este impás lo rompió Gianni... en su propia portería. El holandés trató de despejar una falta botada por Gumbau y obligó a 'lucirse' a Palatsí.

Alfaro enciende la eliminatoria

En los últimos minutos parecía el partido controlado, sosegado para una Cultural que quería llegar plácida al descanso y un Barça B que prefería coger impulso en el vestuario para intentar la remontada. Pero un error, un pequeño detalle, metió a los de Gerard en la eliminatoria. Iván González falló al despejar un balón, que quedó en pies blaugranas con la defensa descoloda. Alfaro, en el mano a mano ante Palatsí no falló y llegaron los peores minutos para una Cultural que, agobiada por un Barça que creía más que nunca, supo defenderse para llegar con el 0-1 al descanso.

Tras el descanso, el Barça B salió mejor. Achucharon, tuvieron la pelota y la Cultural supo defenderse. Todo jugaba, también una grada volcada, animosa, sabedora de que ellos también podían meter un gol. El partido estaba raro, en un trance extraño y el árbitro, permisivo, estaba empezando a desesperar a los jugadores de la Cultural.

Poco a poco, los leoneses se repusieron del dominio azulgrana. El balón ya estaba más dividido, no era de los catalanes y comenzaron a avisar a Varo. Una ocasión de Benja, que mandó su disparo alto tras la dejada de Bastos.

Julen siembra la locura

Pero la Cultural había vuelto. Había visto sangre, había olido gol. Y como los mejores depredadores, esto acrecenta su hambre. Fue Benja quien peleó un balón para que Gallar, en ventaja, volara hasta el área de Varo. Con él voló todo el Reino de León y, por la otra banda, desapercibido, Julen Colinas, para el que llegó el balón y anotó el 1-1. Estalló el Reino de León que se vio más cerca de Segunda.

Eran minutos importantes. Se podía cerrar a la contra, se podía abrir con un gol azulgrana. La tuvo Benja también a la contra, pero Marlon y el suelo, contra el que chocó su pie a la hora de disparar, evitaron el 2-1.

La varita de Gallar

Pero hay un hombre esta temporada que está tocado por una varita. Un hombre que es el ídolo de una afición, de una grada, de una ciudad. Ese es Álex Gallar y se ha acostumbrado, y mal acostumbrado al Reino de León, a hacer obras de arte. También de falta. Y así fue. Cogió el balón, la puso en la escuadra ante la inútil estirada de Varo y el delirio fue total.

Los últimos minutos fueron puro disfrute. El Barça B estaba entregado, la Cultural quería ofrendar otro gol a este cuento con final de feliz a este sueño que tenía muchos tintes de realidad en el tramo final. Habría una sorpresa más en el tramo final, la lesión de Palatsí en un choque con un golpe en la nuca y la entrada de Leandro en el campo.

Este fue el final a un cuento de fantasía, a un sueño que era tangible. La Cultural era equipo de Segunda, León volvía a la categoría de plata tras una travesía de 43 años por el fútbol semiprofesional. Y al final, como toda la temporada ha cantado la grada, ascendieron a los cielos de la LFP.