Taberna Los Pinos: la desconexión que se esconde a 13 minutos de León

Si hablamos de lugares con encanto, alejados del ruido pero sin tener que recorrer kilómetros, pocos sitios como la Taberna Los Pinos. A solo 13 minutos del centro de León, este rincón de Villaobispo sigue siendo, verano tras verano, el lugar donde muchos leoneses desconectan.

Un entorno rodeado de árboles, hiedras y terrazas frescas, donde es fácil olvidarse de que la ciudad está tan cerca. Su acceso no es el más sencillo, pero quizá eso también forma parte de su encanto. «El camino está mal, sí, pero bueno… también hace que la gente lo valore más. Como decía mi madre: 'Cuando vengas a verme, ven andando'. Pues aquí igual. Los que llegan, se lo ganan», explica su dueño Luis Acevedo, con la naturalidad que marca la casa.

Con más de 40 años de historia, Los Pinos nació en los años 80, aunque el local ya tenía recorrido antes. «Ya había una taberna que llevaba 18 años. Y en el año 80, por una carambola, llegué yo», recuerda Acevedo. «Eran otros tiempos, pero era un buen sitio para pasar los veranos… y después de 46 veranos, parece que la cosa no salió mal».

Hoy, casi medio siglo después, sigue siendo un lugar donde el tiempo avanza a otro ritmo. Su dueño ya disfruta al otro lado de la barra, viendo cómo la terraza se llena cada fin de semana. «Aquí se viene a trabajar, pero también a hacer las cosas bien y respetar lo que siempre ha funcionado».

En Los Pinos no ha hecho falta grandes reformas. La naturaleza se encargó de ello. «Más que ampliar, lo que hemos hecho ha sido dejar que la naturaleza haga su trabajo. Las hiedras lo han ido cubriendo todo».

Su cocina sigue fiel a los clásicos: paellas, tortillas, croquetas, fritos, tigres, pollo de corral… platos sencillos, caseros y sin complicaciones, pero con sabor de siempre. Y es que aquí no se busca la novedad, sino mantener intacto ese espíritu familiar y veraniego.

El horario es limitado, porque «no hay equipo para doblar», como cuenta su dueño. Ahora abren de 13:00 a 21:00, ampliando los viernes y sábados por la noche para cenas. Aunque no descartan cambios si logran más personal.

Quizá el secreto de Los Pinos esté en que solo abre durante los meses de calor. «No sé si funcionaría igual todo el año. Ahora, con lo que aprieta el calor, la gente sale disparada de la ciudad en cuanto puede… y aquí encuentra su sitio».

Durante dos o tres meses, la Taberna Los Pinos vuelve a abrir sus puertas. Un refugio estacional que, pese al paso del tiempo, sigue siendo ese lugar al que siempre se quiere volver.

• Temas
• Verano
• Calor
• El tiempo
• Los rincones del verano