Comienza la recuperación del desmán ibérico tras mejorar su hábitat en 9.000 kilómetros de cauces de Castilla y León

Este animal rechoncho con trompa aplastada está incluido en la categoría de «en peligro de extinción» dentro del Catálogo Español de Especies Amenazadas en el Sistema Central, mientras que en el resto de la Península Ibérica está en situación vulnerable. Entre los factores de su declive se encuentran la disminución de la cantidad y calidad de los ríos; la fragmentación de las poblaciones; la degradación de los bosques de ribera, que les sirven de refugio y la expansión de las especies exóticas como el visón americano, que depreda sobre las poblaciones hasta hacerlo desaparecer.

Los técnicos encargados de garantizar la especie a través de este proyecto europeo en España han realizado numerosas actuaciones para intentar mejorar la población de esta especie en las cabeceras de los ríos de las Zonas de Especial Conservación de Palencia, León, Zamora, Salamanca y Ávila.

En concreto, se instalaron 700 estaciones de muestreo; se recogieron 1.000 muestras de indicios, que fueron analizadas; se modificaron 12 azudes; se crearon 18 puertos naturales, que permiten mantener una lámina de agua en ríos y así asegurarse el caudal y la producción de macroinvertebrados (larvas y ninfas) y se capturaron más de 1.300 visones americanos, la principal amenaza de este animal, junto con la contaminación de las aguas. Los visones americanos fueron capturados con trampas flotantes, dotadas de sensores que indicaban a los técnicos y agentes medio ambientales de la entrada en la misma de algún animal.

La coordinadora del proyecto del Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria (Cesefor), Rocío Gallego, señala que a lo largo de los seis años que ha durado el proyecto, se ha mejorado el hábitat de esta especie (cabeceras de los ríos, torrentes y lagos de zonas montañosas) mediante tratamientos selvícolas- para dar más luz a los cauces-, estaquillados y plantaciones de árboles autóctonos y se ha retirado basura en 140 kilómetros de los ríos de ambas comunidades autónomas.

Los puertos naturales han permitido que en los ríos con mucha sequía estival no se queden sin caudal. Esta circunstancia les afecta en gran medida, por eso suben a las cabeceras de los ríos, según la coordinadora, quien añade que se pretendía que se criarán macroinvertebrados en sus hábitats, que es lo que ingieren principalmente y así pudieran resistir en tiempos de sequía.

Gallego avanza, que a pesar de que el proyecto está a punto de expirar se promoverá que se continúen realizando actuaciones para la conservación del hábitat donde vive y potenciar que siga habitando en estas zonas, y recuerda la importancia de conservar esta especie y que la sociedad conozca a este animal del tamaño de una pelota de tenis, que se alimenta de macroinvertebrados a diario por valor del 80 por ciento de su peso. «Sólo sale de noche, tiene un alto requerimiento energético es sensible al manejo, es decir, si lo cogen o atacan sufre estrés, que incluso podría ocasionarle la muerte», describe.

Las acciones precisan, según sus promotores, del apoyo de la opinión pública en favor de la conservación del desmán a largo plazo, por eso el Life Desmania tiene como uno de sus principales objetivos dar a conocer la especie a la sociedad, subrayando su enorme valor ecológico, que permite que la naturaleza de España sea una de las más ricas de Europa.

Rocío Gallego matiza, además, que el proyecto europeo ha permitido establecer también las bases para una estrategia de recuperación del animal y su hábitat, como elemento indicador biológico de la calidad de las aguas y su biodiversidad.

Este verano, los técnicos de Life Desmania, realizarán un segundo seguimiento de la población, que consiste en recoger excrementos del animal para determinar si la población aumenta con la mejora de su hábitat y las demás actuaciones realizadas.

El hábitat del desmán se ubica en montes de ribera no contaminados ni modificados de bosques con alisos, fresnos y sauces, árboles que ofrecen lugares de refugio y descanso necesario para mantenerse a salvo de sus depradadores. Estos requerimientos vitales permiten calificar al desmán como un gran indicador de ríos y riberas. «A pesar de ser uno de los mamíferos por derecho propio, el desconocimiento de numerosos aspectos de su ciclo vital ha llevado a un alarmante descenso en los últimos años», apostilla.

El desmán ibérico se distribuye desde la vertiente francesa de los Pirineos hasta Portugal, aunque es en España donde se encuentra la mayor parte de su población. El proyecto permitió constatar la desaparición de la especie de numerosas gargantas de los ríos de la cuenca del Duero de la provincia de Salamanca. En la provincia de Zamora, no se llegaron a valorar todas las cuencas potenciales pero los estudios realizados para la certificación de citas en la zona de Sanabria indicaron su regresión e incluso la desaparición en algunas subcuencas. En la provincia de León, es donde se preveía un mayor número de poblaciones.

El área de trabajo del Life-Desmania comprende una superficie muy amplia, que abarca una superficie de 891.000 hectáreas distribuidas por seis provincias españolas con más de 9.000 kilómetros de cauces fluviales y 33 zonas de especial conservación.

En la primera fase del proyecto se llevó a cabo un análisis poblacional, es decir, se estudió los hábitats que ocupaba inicialmente y los que potencialmente podría ocupar, además, de estudiar su biología, etología, ecología de la especie en toda su amplitud, lo que permitió determinar las acciones concretas de conservación.

Los muestreos de presencia del desmán se basaron en la recogida y posterior identificación de excrementos atribuibles a la especie a lo largo de los cursos de agua contemplados en el proyecto.

Una vez que los técnicos encontraban el hallazgo de un posible positivo se procedía a un georeferenciación mediante GPS y a realizar la prueba de adn para identificar la muestra. Además, de forma adicional los técnicos tomaron notas relativas al hábitat para caracterizar el mismo y caracterizar las amenazas para la especie y el propio hábitat.

En la segunda fase se llevo a cabo las actuaciones de mejora para incrementar el espacio y la comida su espacio de distribución y eliminar los impactos derivados de la actividad humana en zonas sensibles.

El proyecto dotado con un montante de más de un millón de euros, cofinanciado al 50 por ciento por la Comisión Europea en el marco del programa Life+, está coordinado por la Fundación Biodiversidad y cuenta como socios al Ministerio de Medio Ambiente, la Junta de Castilla y León, la Junta de Extremadura, Cesefor, la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, Somacyl y Tragsatec. Además, participan como cofinanciadores el Ayuntamiento de Valencia de Don Juan y la Mancomunidad de Municipios del sur de León y cuenta con el apoyo de las confederaciones hidrográficas del Miño-Sil, Tajo y Duero, centros de investigaciones y asociaciones de pescadores.

Los promotores para la conservación de la especie desarrollaron un «potente» plan de difusión y sensibilización para a dar a conocer la importancia de los esfuerzos para su conservación.

La campaña de sensibilización estuvo dirigida a la población escolar, sociedades de pescadores, usuarios de los cauces fluviales para la realización de deportes como el piragüismo, empresas de deportes de aventuras y el público en general.

En concreto, se elaboraron más de 2.000 unidades del manual divulgativo, se realizó una exposición itinerante y se crearon unidades didácticas para los escolares de primaria y secundaria de ambas comunidades autónomas, entre otras actuaciones.