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Osa con cría de segundo año en al Alto Sil leonés.
Castilla y León impulsa un nuevo plan de protección del oso

Castilla y León impulsa un nuevo plan de protección del oso

Las Cortes quieren poner coto a la muerte de animales en Palencia y León, así como aumentar su población, estancada en 40 ejemplares

m.c.c.

Domingo, 12 de febrero 2017, 11:03

Las Cortes de Castilla y León están decididas a poner coto al estancamiento de la población osera en los montes de León y Palencia que, al contrario de lo que ocurre en Asturias, hace años que no se mueve de los 40 ejemplares. En el Principado, debido a un buen plan de gestión y al compromiso de todas las instancias, se ha logrado sobrepasar con creces los 200 osos pardos en las montañas.

Así, los partidos representados en las Cortes acaban de aprobar una proposición no de ley presentada por Podemos en la que se insta a la Junta de Castilla y León a elaborar, durante esta legislatura, un nuevo plan de recuperación del oso pardo y otras medidas relacionadas con la conservación de esta especie.

La iniciativa fue aprobada con la unanimidad de todos los partidos políticos y prevé que se tramiten los correspondientes planes rectores de uso y gestión de los espacios nacionales que cuentan con osos pardos. También incluye elaborar un censo genético y realizar análisis toxicológicos independientes -en concreto, por la Universidad de León- cuando se encuentre un oso muerto o ejemplares vivos con sintomatologías anómalas.

En Castilla y León están especialmente preocupados por los osos pardos que habitan en la montaña palentina y en el entorno de Riaño. Y es que en la proposición no de ley aprobada se apunta que en esas zonas hay «una población estancada, que si sale adelante es gracias al aporte del otro núcleo, el occidental, que se encuentra en Asturias, el noroeste de León y Lugo, lo que está evitando sin duda su extinción».

Las Cortes también pretenden poner coto a las continuas muertes de osos pardos certificadas desde 2001 en el norte de la provincia de Palencia. Además, todas las formaciones políticas son conscientes del «prestigio inigualable» que consiguen las localidades en cuyo entorno hay presencia de osos pardos, por lo que la Administración castellano-leonesa pretende «minimizar la mortalidad» de estos animales.

Fracaso de su política

Especialmente crítica con la política de conservación desarrollada en los últimos años por la Junta de Castilla y León ha sido la organización Ecologistas en Acción, que apunta que en dicha comunidad hay «seis osas con crías», lo que, en su opinión, «certificaría el fracaso de sus políticas durante los últimos 25 años». Y es que los conservacionistas están convencidos de que en Castilla y León «cometen errores de bulto» con respecto a lo que ocurre en Asturias. Es más, Ecologistas en Acción cree que se deberían retirar los fondos europeos e «iniciar un procedimiento sancionador contra Castilla y León por haber dilapidado los recursos para la protección y conservación de la especie».

Tal es así que el Fondo para la Protección de Animales Salvajes (Fapas) denunció ante la Unión Europea el supuesto fraude en la conservación del oso pardo en Castilla y León. El Fapas considera que el Gobierno castellano-leonés «enmascara» con datos «abultados» la población oriental de osos, que estima no supera la veintena de ejemplares, a pesar de los doce millones de euros de subvención que llevan concedidos las autoridades comunitarias al plan de conservación. Pero la propia jefa de la unidad encargada del programa Life, Anne Burril, rechazó el presunto fraude al asegurar que no había ningún signo de que la financiación se hubiera utilizado «para medidas inútiles para el oso cantábrico» en Castilla y León.

Distribución

Según los últimos datos de la Fundación Oso Pardo, la subpoblación occidental osera cuenta con más de 200 ejemplares, mientras que la oriental mantiene los 40 de hace varios años. Hay tres principales zonas reproductoras: la primera sería la que engloba Cangas del Narcea, Degaña, Ibias y los municipios leoneses de Villablino, Palacios del Sil y Páramo del Sil; la segunda la ocupan Somiedo y Belmonte, y la tercera, Proaza y zonas limítrofes.

En cuanto a la subpoblación oriental, hay presencia consolidada de osos pardos en Campoo de Suso y Liébana (Cantabria), la montaña palentina y la zona de Riaño-Valdeón, en León, de donde habían desaparecido los ejemplares en la década de 1990 y parecen haber vuelto a recuperarse. La propia ministra de Agricultura y Pesca, y Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha mostrado su preocupación por la situación del oso pardo cantábrico. Por ello, ha abierto la puerta a una revisión en profundidad de la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad que incluirá una estrategia para la conservación de esta especie.

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